Debo decir que soy un fanático de los destinos de América Latina, y me declaro conocedor de muchas de las maravillas de nuestro continente.

Finalizando el año 2017, mirando el mapa me puse a analizar cuáles países o lugares de ensueño me quedaban por conocer. Y aparecieron dos: La Habana (Cuba) y las Islas Galápagos (Ecuador). Así que decidí al azar, y planifiqué un viaje de cinco días al paraíso que Darwin hizo famoso, dejando la visita a la capital de los habanos para unos meses después.

Si bien Galápagos forma parte de Ecuador, es como ir a otro país. Hasta haces un proceso de migración, te sellan el pasaporte y pagas el ingreso al parque nacional, dependiendo de tu nacionalidad. En mi caso, como ciudadano del Mercosur, pagué 50 dólares.

Apenas aterrizas en el aeropuerto de Baltra, se respira otro aire. Después de tomar un bus hasta el embarcadero, tomar una lancha para cruzar a la isla de Santa Cruz y finalmente un taxi a su capital, Puerto Ayora, llegas al sitio más estratégico para moverte por el archipiélago. Tienes infinidad de hoteles y hostales para elegir, aunque si cuentas con un buen presupuesto te recomiendo el Sol y Mar Galápagos, con una vista increíble al mar y en el centro de toda la movida.

En esos pocos días no pude recorrer más que tres islas, así que me quedé con las ganas para regresar muy pronto.

De todas las excursiones y paseos que realicé, tanto por mi cuenta como por agencias de turismo, te doy el siguiente top 5:

  • Tortuga Bay. Puedes ir caminando por un agradable sendero de aproximadamente dos kilómetros y medio de extensión, hasta llegar a Playa Brava y luego a Playa Mansa. Con mis piernas de garza lo hice en media hora, ¡y eso que me detuve a filmar! Regresas en barco, o si tienes un estado físico mediano (y el clima no es muy pesado) a pie nuevamente. Las playas son grandes, y compartes el espacio con las iguanas y los pelícanos. La mansa es casi una piscina, así que está perfecto para bañarte.
  • Las Grietas. Desde el puerto tomas una lancha que en cinco minutos te deja del lado de enfrente. Recorres un sendero, también agradable, pasas por la Playa de los Alemanes, y llegar a Las Grietas. Vas a encontrar una especie de pequeño lago entre las rocas, alimentado por agua de mar y agua dulce, bastante fría por cierto. Bañarte y hacer snorkel allí es un placer. Trata de llegar temprano, tipo 8 de la mañana, que no hay nadie. Tendrá toda esa maravilla a tu disposición. Por haber madrugado tuve la fortuna de conocer a Héctor y a su esposa, dos simpáticos pobladores de la isla, que me prestaron sus equipos y me guiaron para disfrutar de una experiencia perfecta.
  • Isla Santa Fe. La excursión de un día completo es perfecta, imperdible para amantes del snorkel. Nadarás entre cardúmenes de peces de colores, al lado de las tortugas marinas, los lobos marinos y por encima de las rayas. Vas a ver a los célebres piqueros de patas azules, que son como los rock stars de la región. Y te prepararán un ceviche a bordo, producto de tu misma pesca.
  • Isla Isabela. Es la más grande las Galápagos, y en mi próximo viaje pienso hospedarme allí para recorrerla a fondo, no menos de tres días. Es mucho más “salvaje” y con menos comodidades que Santa Cruz, pero a la vez el contacto con la naturaleza y las especies es espectacular. Ese día también hicimos snorkel, aunque de solo media hora, vimos tiburones, tortugas terrestres, lobos marinos y diferentes especies de iguanas.
  • Mi último recomendado es un restaurante. No es barato, pero sin dudas un imperdible. Yo viajé solo, y por lo tanto cené conmigo mismo, lo cual no deja de ser un gran plan. Pero si vas en pareja, es un golazo. Lo mejor es visitarlo en la noche, te tomas la misma lancha para cruzar desde el puerto hacia el lado de enfrente, y llegas a Angermeyer Point. ¡No te vas a arrepentir!

El recomendado “bonus track” es pasar por el puerto pesquero, como a las 5 o 6 de la tarde, y ver cómo los pelícanos y los lobos marinos rodean a los pescadores recién desembarcados, tratando de comerse algún cuero, cabeza o trozo de pescado que les regalen.

Unas recomendaciones finales para que tu viaje a las Galápagos sea perfecto:

  • Elige una época del año de bajo turismo, así encontrarás mejores precios en las agencias para las excursiones. Incluso las ofertas de “Last minute” para cruceros son bastante convenientes.
  • Lleva dinero en efectivo, ya que no siempre vas a tener cajeros cercanos disponibles.
  • Todo el mundo me decía que este destino era súper costoso. Pero la verdad, salvo las excursiones, el resto de los precios me parecieron normales y con opciones para todos los bolsillos.
  • El bloqueador solar y el repelente de mosquitos son casi tan importantes como el agua. Cuidarte del fuerte sol y de las picaduras de insectos es vital para no arruinarte el paseo.
  • Respeta las normas del parque nacional. Particularmente en relación con los animales. No los molestes, no los toques y mantén la distancia. Ellos son los reyes y tú estás de visita.

En mi video de Youtube vas a apreciar más de cerca todas estas bellezas.