La seducción no es magia, ¡es estrategia! Conoce los pasos para dominarla

El primer tema de mi blog tiene que ver con una “marca registrada” en mi carrera: el placer de seducir, que de hecho es el nombre de uno de mis libros más exitosos.

Así que hoy dedicaré estas líneas a todas las personas interesadas en sentirse más seductoras, considerando que se trata de un arte fundamental no sólo en las relaciones de pareja, sino en la vida.

Te cuento entonces algunos puntos a considerar.

Identifica tus mejores atributos para seducir y aprende a lucirlos adecuadamente.

Tú tienes características de imagen y personalidad que puedes potenciar para conquistar a la persona deseada. En el arte de seducir no es necesario que seas la persona más bella, sino saber aprovechar al máximo todas y cada una de tus virtudes. El peinado, el maquillaje, el vestuario, los accesorios, pueden hacer que tu  imagen cambie notablemente. Solo necesitas unos “toques”, siempre conservando tu estilo, y animarte a mostrar todo lo bueno que tienes en tu imagen. Porque claro, muchos hombres y mujeres por vergüenza, baja autoestima o simplemente por desconocimiento no lucen unos brazos trabajados en el gimnasio, unas piernas sensuales o una mirada atractiva.

Así que no dejes de probar diferentes colores, prendas de vestir, accesorios (entre otras opciones) o pide asesoría profesional, para que veas en el espejo a alguien con un mayor poder de seducción. Eres la primera persona (y la más importante) a quien necesitas convencer… si lo logras, nadie te va a parar.

Mantén el misterio

Ciertas dosis de misterio y ambigüedad dejan al otro pensando, y crean la sensación de que eres interesante para conocer. Si la seducción es un juego en el que vamos descubriéndonos mutuamente, acabaremos con ella si no dejamos siempre algo por explorar.

Por ejemplo, dosifica la información personal, evitando revelar todo sobre ti en las primeras conversaciones. Al responder preguntas hazlo de manera interesante, pero siempre dejando espacio para la curiosidad. Entonces si te preguntan sobre tus planes del fin de semana, responde algo como: “Tengo algo especial en mente, ya te contaré cómo fue”.

También puedes crear pausas estratégicas durante una conversación, generando cierto suspenso. Una breve sonrisa o un cambio de tema puede mantener el interés en seguir conociéndote.

Maneja tu ansiedad.

Si alguien te atrae mucho, corres el riesgo de mostrar cierta desesperación y parecer demasiado accesible. Muchas veces la otra persona se siente asfixiada (en estos tiempos es muy frecuente), o quizás considere que siempre estarás disponible y puede perder el deseo de seguir conociéndote.

Usa la sorpresa.

En relación con el punto del misterio, la sorpresa genera seducción, siempre…  Ya que rompemos la monotonía instalando la química que produce lo inesperado. Eso sí, las sorpresas, los regalos y los detalles deben ser siempre personalizados, considerando aquello que toca los sentimientos de alguien en particular.

Recuerda que al otro le gusta sentirse único.

No solo nos atrae una persona, sino que más nos seduce cómo nos hace sentir… Siempre queremos sentirnos especiales, diferentes, con un trato único. Así que evita las técnicas de seducción de “manual”, utiliza tu creatividad y por sobre todas las cosas la empatía para se genere una verdadera conexión. Eso sí, todo siempre del marco de la ética. No digas cosas que no sientes, no provoques emociones cuando tus expectativas no son las mismas que las de la otra persona.  

Aprende a leer y enviar “señales de intención”.

Este último punto es uno de los más importantes, ya que el lenguaje no verbal es el 70% de la comunicación humana. Y las señales de intención son aquellos mensajes (transmitidos generalmente por el lenguaje del cuerpo) que muestran interés por el otro. Utiliza tu mirada, una media sonrisa, acaricia tu cabello… O provoca roces “casuales”, que estén dentro del contexto de lo que está pasando para que no se sientan como invasivos. Por ejemplo tocar suavemente la rodilla, apoyar tu mano sobre la suya, acercarte un poco más o sentarte a su lado… Todo esto te sirve para conocer las intenciones mutuas y seguir avanzando.

Y dentro del lenguaje no verbal también incluimos a la poderosa “tríada sensual”: mirada, voz y sonrisa. Te recomiendo la mirada intermedia, no tiene que ser ni tímida ni acosadora. Combínala con una media sonrisa, levantando las cejas. Usa sensualmente tu voz con ritmo lento, volumen bajo, suave, introduciendo pausas y variaciones de intensidad.

¿Te gustaron estas recomendaciones para potenciar tu poder seductor? Si es así, espero que me lo hagas saber.

Y si deseas trabajar de manera intensiva en tus habilidades de seducción, para ser una mujer más segura y convertirte en una maestra del placer, te espero para sumarte a mi programa IRRESISTIBLE. Por ahora es solo para mujeres, ¡pronto espero abrir el de hombres! Aquí puedes revisar toda la información y, si estás decidida a avanzar, te espero para que coordinemos una llamada de análisis tú y yo.