El deseo sexual en la mujer es un tema complejo. A diferencia del hombre, que suele motivarse por estímulos visuales o el mismo impulso biológico pone en marcha el andamiaje del deseo, en la mujer vas a encontrar otros factores que resultan estimulantes.

El erotismo femenino tiene mucho de contextual y relacional. Por lo tanto la preparación del ambiente, de acuerdo a lo que a ella le resulte atractivo, o quizás estar en un sitio especial con cierta cuota de transgresión, son ingredientes que refuerzan el deseo. El hecho de sentirse deseada por su pareja, así como importante y amada, son otros afrodisíacos a considerar. El romanticismo, la expresión de afecto y los juegos de seducción completan una escena que la preparará para un encuentro excitante.

Hablemos de los sentidos. Se ha dicho que el sentido erótico predominante en los hombres es el de la vista, mientras que en la mujer Eros penetra por el tacto y el oído. De acuerdo a mi experiencia como sexólogo, puedo decir que esta afirmación es correcta. Pero es importante destacar que cuando hablamos del tacto no es el estímulo directo en los genitales o, específicamente, el clítoris, lo que en primera instancia produce placer. La mayoría de las mujeres disfrutan de las caricias en diferentes zonas erógenas como la espalda, el cuello, el rosto, el cabello, las piernas, entre otras… y luego, una vez encendido el piloto erótico, estarán predispuestas a disfrutar de caricias, besos, roces y vibraciones aplicados a su clítoris. En relación al oído ocurre algo similar. Muchas mujeres disfrutan de escuchar palabras y frases de alto voltaje erótico, pero tienen que pronunciarse en el momento justo, cuando están encendidas. Previamente son los susurros y las frases más románticas el puente para que, por medio del oído, se activen el deseo y las fantasías. Tampoco te olvides de otro sentido que tiene un rol preponderante y que es el olfato. Por eso es tan importante la higiene, que uses un buen perfume y que, además, aproveches la amplia gama de aceites aromáticos que pueden condimentar el ambiente.

Como ves, hay que considerar varios detalles en lo referente a la motivación sexual de las mujeres. De todos modos, lo más importante es poner en juego el órgano sexual más poderoso: la mente. Son las fantasías eróticas las que, en definitiva, movilizan la maquinaria del deseo.

En síntesis: una buena dosis de intimidad, aprovechar al máximo los cinco sentidos, comunicación directa y positiva, fantasías, creatividad… todo suma para aumentar la motivación. Y por cierto, si además le quieres agregar juguetes, ¡no dejes de visitar mi tienda!

Y recuerda que si después de un tiempo y de varios intentos de parte de los dos no se logra activar el deseo, es recomendable una consulta profesional para hacer una evaluación precisa y organizar un plan de tratamiento. Porque la sexualidad se disfruta, no se sufre.